– Referentes regionales hacen un llamado a las personas a conversar con sus familiares para explicitar la intención de ser donante.
La donación de órganos es transformar destinos. Es convertir el dolor de perder a un ser querido, en la esperanza de vida de otros. Esa es la opción que tomaron los familiares de un donante masculino de 63 años, quienes decidieron honrar la voluntad de su ser amado para regalar vida.
Es así como en el Hospital San Pablo de Coquimbo se concretó la segunda donación de órganos del año 2024 en la región, un trasplante hepático y renal que permitió beneficiar a 3 usuarios de la lista de espera nacional.
Para Lida Miranda, enfermera jefe de la Unidad de Procuramiento de Órganos y Tejidos. “Esta segunda donación del año, ayuda a cumplir la esperanza, el sueño, de 7 beneficiarios y sus familias en lo que va del año. Familias que estaban esperando esta nueva oportunidad para seguir viviendo. Con esa última donación, agregamos 3 personas beneficiadas. Lo importante del acto de donación es que, si bien donar es un derecho, es muy importante hablarlo con las nuestras familias para dejarles en claro nuestra voluntad de qué deben hacer con nuestro cuerpo al momento de morir”.
Una conversación pendiente
La ley que regula el sistema de donación de órganos y tejidos en el país considera a toda persona, desde los 18 años de edad, como donante.
Sin embargo, las cifras a nivel nacional se mantienen bajas, con 2.252 usuarios en lista de espera, de los cuales 1.875 esperan por un trasplante de riñón, como el que se realizó en el hospital de Coquimbo.
La tarea pendiente es ratificar el deseo de ser donantes a los familiares, para que, al momento del fallecimiento, estén enterados de esta voluntad y la cumplan. Sin ir más lejos, el 2023 en el recinto porteño hubo 7 oportunidades de acercamiento con familiares de pacientes candidatos a donación, de ellos, solo se lograron 5 donaciones efectivas, ya que en 2 casos la familia comentó que la persona no quería ser donante. La situación no es muy diferente este año, donde han ocurrido 11 acercamientos a familiares de pacientes, de los cuales, solo 2 pudieron ser donantes efectivos y en 6 casos no se reconoció la calidad de donante a raíz de 2 pacientes que no eran donantes en vida y 4 familias que se negaron a donar los órganos de sus seres queridos.
En ese sentido, para Gianinna Escobar, Referente de Procuramiento Servicio de Salud Coquimbo, la tendencia en las cifras del Hospital San Pablo no distan de la realidad regional. “Si bien el año pasado a la fecha llevábamos 5 donantes, este año en la misma fecha solo llevamos dos, esto se debe en su mayoría a que tenemos un nodo que no hemos podido llegar a la población para que nos entregue el sí, que en el fondo es la aceptación de que ellos quieren continuar con el proceso de donación, hemos tenido bastante negativas familiares, el año pasado teníamos 3 rechazos a la donación y este año ya llevamos 7 casos que se pudieron haber convertido en donantes que lamentablemente no se llegaron a concretar por negativa familiar, por lo que es importante hacer una llamado a la población a que se instruya del tema, conozca sobre la donación, nosotros estamos abiertos a responder cualquier consulta, realizamos distintas capacitaciones, que la comunidad se acerque a informar porque es algo que necesitan conversar dentro de su familia”.
Destacar que, a pesar de que el número de donantes ha disminuido respecto al año pasado, estas dos nuevas donaciones del 2024 en la región, han dado una nueva oportunidad de vida a 7 personas, gracias al hermoso gesto de estas familias que reconocieron y respetaron la voluntad de su ser querido.
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