Cuando hablamos de un proyecto de gobierno progresista, hablamos de una visión que pone en el centro a las personas, sus derechos y su bienestar. Es un modelo de gobernanza que busca resolver las desigualdades estructurales, fomentar la inclusión social y construir un futuro sostenible a través de la redistribución de la riqueza, avanzar en materia de derechos sociales y la participación ciudadana como base de la democracia.
En el ámbito económico, los proyectos conservadores suelen priorizar el mercado y las libertades económicas por sobre lo colectivo. Un proyecto progresista entiende que el Estado tiene un rol fundamental en la redistribución de los recursos. Esto significa políticas tributarias más justas, donde quienes más tienen aporten más, permitiendo financiar educación, salud y vivienda dignas para todos. Por eso, las políticas implementadas como ejecutivo, como el Plan de Emergencia Habitacional, tiene como pilar fundamental, el reconocimiento de que la casa propia no es un sueño, sino un derecho.
En la Región de Coquimbo, según cifras del mes de noviembre, se han construido y/o entregado más de 8.200 soluciones habitacionales para la región, lo que significa el cumplimiento del 66% de la meta regional.
Por el contrario, quienes abogan por un Estado mínimo, consideran que lo público sólo debe involucrarse subsidiariamente, es decir, cuando el privado no puede o no quiere intervenir, esto implica necesariamente que en aquellas zonas no rentables económicamente para las empresas, existan carencias de las cuestiones más esenciales para la vida humana, como el acceso a servicios básicos.
Como Gobierno progresista creemos en la necesidad de hacernos cargo de las cuestiones esenciales de la vida humana, por eso hemos implementado políticas públicas como el Copago Cero en salud, Chile Cuida y tantas más, no solo para promover el fortalecimiento de las instituciones públicas, sino que reconociendo los cuidados y la salud, como parte fundamental de las garantías que debe brindar un Estado comprometido con una sociedad más inclusiva.
Es por esto que hemos impulsado una política pública con perspectiva de género, donde se ha reconocido el rol de cuidado que mayoritariamente ejercen las mujeres, entregando en la región más de 8 mil credenciales que dan cuenta de su labor, también incorporamos el pago de un beneficio para quienes cuidan a personas con discapacidad y creamos 3 centros comunitarios en Monte Patria, Illapel y,uno por construir, en la Parte Alta de Coquimbo, recintos que buscan ser un espacio seguro, de esparcimiento y bienestar para quienes ejercen el trabajo de cuidar.
Seguimos trabajando en saldar deudas históricas que tenemos con las mujeres, como el pago efectivo de pensiones de alimentos. Gracias a esta iniciativa hoy el Estado es quien debe perseguir al deudor y en más de un año, desde su implementación, se ha logrado el pago de $588 mil millones para apoyar el desarrollo y mantención de niñas, niños y adolescentes a nivel nacional y hoy, en nuestra Región de Coquimbo esto ha significado que más de 5800 deudores, cerca de un 45% del total de los inscritos en el registro nacional de deudores, ya se están poniendo al día con sus obligaciones.
Optar por un gobierno progresista es elegir un camino hacia un país más igualitario, inclusivo y sostenible. Es entender que el progreso no se mide solo en cifras económicas, sino en el bienestar de las personas, la justicia social y el cuidado del planeta. La historia ha demostrado que avanzar juntos siempre será mejor que caminar divididos ¿Qué tipo de futuro queremos construir?, la respuesta está en nuestras manos.
Paulina Mora Lara, Seremi de Gobierno de la Región de Coquimbo
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